Nuestra historia esperando por vos
El Período 1930-1946 marcó profundos cambios en la vida política del país: la intervención directa de los militares en el poder, la consiguiente suspensión de la Constitución Nacional y de las instituciones republicanas, la politización de las fuerzas de seguridad, la irrupción del autoritarismo, el regreso de los conservadores y la reagrupación de las fuerzas políticas en el país. La desaparición de relevantes líderes políticos y la presencia de un importante sector obrero que sería respaldado y organizado desde el estado facilitaron el meteórico ascenso de Perón que impondría un nuevo estilo de liderazgo y un gobierno llamado a dejar una fuente impronta en la historia del país.
La sociedad argentina se dividió entre los partidarios de la neutralidad y los partidarios de la declaración de guerra al Eje. Entre estos últimos, identificados como los Aliados, se encontraba un importante sector que había integrado la Concordancia y que sospechaba que los neutrales eran, en realidad, partidarios del Eje. En junio de 1941, la Cámara de Diputados, con mayoría conservadora, formó una comisión para investigar las “actividades antiargentinas”, entendiendo por tales las acciones de propaganda y espionaje a favor del Eje. La prensa, en general, apoyó esta postura, como también la formación de la Junta de la Victoria, una asociación civil que reunía fondos y los enviaba a Europa como contribución a la causa aliada.
Tanto Ortiz, como luego Castillo, se mostraron firmemente neutrales, lo cual fue leído por algunos sectores como simpatía por el Eje. Al mismo tiempo, eran apoyados por grupos que interpretaban esta posición como muestra de independencia y soberanía. En claro enfrentamiento con el Congreso y la Junta de la Victoria presentaron el “Plebiscito de la paz”, un escrito suscrito por dos millones de firmas que refrendaba el neutralismo del presidente.
La guerra preocupaba a todos. Pero también preocupaban el fin de la guerra y la posición de la Argentina a su término. ¿Qué pasaría con el país si llegaban a triunfar los alemanes? ¿U si ganaban los ingleses? ¿Y si sobre ambos se imponía Estados Unidos?
En la década del 30, Gran Bretaña trató de afianzar el área de la libra esterlina mediante la firma de los Pactos de Ottawa y de tratados bilaterales como el Roca-Runciman; estos tratados formaron parte de su estrategia de recuperación de mercados frente a la expansión comercial norteamericana y el desarrollo del área del dólar.
El estallido de la Segunda Guerra reiteró el esquema de 1914-18 cuando la Argentina necesito volcarse a EEUU para compensar la falta de importaciones y créditos británicos.
Pero en esa oportunidad, se encontró con una política más dura, que desconfiaba de las tendencias nacionalistas de algunos sectores del país y de la amistad con sus competidores británicos. la renuencia de EEUU a vender insumos estratégicos, como el petróleo y el carbón en plena guerra, produjeron cuellos de botella en el abastecimiento interno. Esta circunstancia mostró las debilidades de la política económica argentina, contribuyendo a un nuevo diseño de la misma y al reacomodamiento de las fuerzas internas. Un ejemplo de ello fue la creación de la Flota Mercante del Estado, en 1941, que trató de subsanar la carencia de barcos provocada por la afectación de buques al conflicto y el perjuicio consecuente para el transporte de las exportaciones e importaciones. De todos modos, el cambio en las condiciones económicas mundiales dejó planteada una situación compleja para el país.
El proceso de migraciones internas que se acentuó después de la crisis contribuyó a agravar las desigualdades regionales y la macrocefalia argentina. Las características del proceso fueron:
La impresión que queda al estudiar el período 1930-1045 es que la clase dirigente no parece calificar adecuadamente dos realidades:
Los espacios vacíos tienden a llenarse.