Nuestra historia esperando por vos
La ruptura de las reglas del juego democrático evidenció las serias dificultades que planteaba la convivencia a los argentinos. Si bien influyeron el impacto de la Gran Depresión en la economía y los conflictos obreros –variables relevantes en la crítica situación de 1930, la crisis política se planteó como sustento básico del golpe militar de ese año.
En los Estados Unidos, la crisis de 1929 estalló durante el gobierno de Hoover, en el cual ya nadie confiaba. Sin embargo, todos los sectores esperaron las elecciones de 1932 para elegir un nuevo presidente y el 20 de enero de 1933 para que asumiera el elegido: Franklin Roosevelt. En los EEUU las elecciones presidenciales se realizan cada cuatro años en el mes de noviembre, y asumen un 20 de enero. El golpe no era la única alternativa posible frente a la crisis, sí fue una opción habitual en Latinoamérica.
La escasa experiencia de vivir en democracia hizo que a veces se confundiera el apoyo a las instituciones con el apoyo a la persona del presidente, en consecuencia se percibía como partidismo la voluntad de cumplir con las reglas de juego estipuladas.
La oposición solía confundirse al respecto y consideraba que perdía poder si apuntalaba a la institución en la persona del presidente. El partido gobernante pensaba que enmendar errores le restaba poder y arriesgaba los intereses de largo plazo del país en función de los intereses inmediatos de su sector. Finalmente, aparecía quien pensaba que su pequeño grupo podía solucionar los problemas en forma más eficiente, sin tener que respetar las reglas de juego.
Tres características han jugado en contra de la democracia:
Quizás fueran características de un pueblo joven, que todavía tenía mucho que aprender.