Nuestra historia esperando por vos
Finalizada. la Guerra de la Independencia, la Nación inició una difícil etapa cuyo objetivo fue la organización nacional; los distintos sectores socio-políticos se enfrentaron en una lucha cada vez más cruenta, donde la eliminación del adversario político se generalizó y se alejaron las posibilidades de concretar la ansiada organización constitucional.
La proclamación y afirmación de las autonomías provinciales fue el logro institucional más importante del período. Las provincias como partes básicas de la Nación iniciaron el proceso de organización interna, estableciendo sus instituciones fundamentales.
La experiencia rivadaviana de organización en base al liberalismo y la europeización sólo pudo imponerse en Buenos Aires; sus instituciones políticas sobrevivieron hasta la etapa de la organización nacional. En el plano nacional fracasó por sus desajustes con la realidad del país; sin embargo, el proyecto sobrevivirá en los sectores cultos de la sociedad.
La vuelta a las armas en 1826 y 1828 fue más violenta y sacudió a toda la Nación
¿Cuál fue el legado político de la etapa rosista? Sin duda, los avances en la unidad nacional, aunque ésta se hubiese logrado sobre la base del predominio porteño; las provincias se acostumbraron a acatar una autoridad central. Por su parte, la oposición ilustrada comprendió la imposibilidad de establecer un sistema centralizado. Sus ideólogos trabajaron buscando un pensamiento conciliador y formas mixtas de organización.
La Confederación Argentina, a pesar de los enfrentamientos internos y externos, se consolidó, ocupó su lugar en el mundo y se hizo respetar por las grandes potencias. Sin embargo, el sistema personalista en que se basaba y la falta de un marco legal impedían su continuidad.
La Nación requería una organización constitucional que resolviera los problemas subsistentes y asegurase la. institucionalización del país.